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MONTAÑISMO EN PIRINEOS: EL ANETO

ANETO, LA SUBIDA AL MÁS ALTO DEL PIRINEO

Cuando las últimas nieves ceden terreno ante el sol, y las estaciones de esquí han cerrado sus puertas, el mejor destino es el Pico Aneto, la cima más alta del Pirineo, con tres mil cuatrocientos cuatro metros de altitud. Los especialistas de AEDE-Snowboard relatan cómo desarrollar una ruta andando o con esquís de travesía.

Hay que llevar el material necesario para pasar la noche de vivac y preparar bien los esquís de travesía para hacer el descenso.

Muchos son los aficionados a la montaña que suben cualquier día de fín de semana el Pico Aneto, si las condiciones meteorológicas son buenas y la nieve lo permite. Si hay hielo o el tiempo es malo, las consecuencias pueden ser trágicas, sobre todo si se carece del equipo y de la preparación adecuada para permanecer en la alta montaña.

Una vez en la cima, el descenso es especialmente atractivo, al tratarse de una bajada de fuerte pendiente, que te lleva desde los tres mil cuatro cientos hasta los mil ochocientos metros de altitud. Lo lógico es efectuar el ascenso andando o con esquís de travesía, aunque últimamente muchas personas se decantan por subirlo en helicóptero y volcar todas sus energías en un espectacular descenso.

Esta ruta la llevamos a cabo Félix, José "Mazuelos" y yo, David Castán. Ellos subieron con esquís de travesía, mientras yo opté por hacerlo andando, para bajar luego haciendo snowboard. Tanto "Mazuelos" (sesenta años) como Félix (cincuenta y cinco años) son dos experimentados alpinistas.

NOCHE DE VIVAC

Nuestro punto de partida es Benasque (Huesca). Allí compramos unas pieles de foca para los esquís y preparamos los macutos, la comida y el material necesario para llegar a la cima, pasar la noche de vivac y bajar luego con esquís o con una tabla de snowboard. Salimos a las cinco de la tarde y fuímos andando hasta el refugio de la Renclusa. Tardamos tres cuartos de hora. Allí paramos un rato para disfrutar de la zona y informarnos de las condiciones de la ruta. Seguimos caminando hasta llegar a una zona en la que Félix y "Mazuelos" se pusieron los esquís, con la piel de foca, para comenzar a ascender. Había nieve desde los mil setecientos metros de altitud, de tipo primavera, pero se endurecía rápido a medida que caía el sol.

HACIA EL PORTILLÓN

Cogimos la ruta hacia el Portillón. Con la fuerte pendiente y el peso, la subida fue lenta, ya que portábamos unos veinte kilogramos por macuto. Las nubes de tormenta habían desaparecido y el ocaso dejaba un cielo despejado. Decidimos buscar un sitio junto a unas rocas para hacer el vivac. Nos encontrábamos a unos dos mil ochocientos metros, con unas vistas de película. Preparamos unas improvisadas camas. A continuación Félix se fue a buscar agua y "Mazuelos" y yo cocinamos algo caliente para cenar, mientras la noche rasa nos cubría.

COLLADO CORONAS

A las cinco de la mañana reiniciamos la ruta. No hizo falta usar crampones. En menos de dos horas estábamos en el Portillón, desde donde se accede al glaciar del Aneto. Desde allí ya se ve la cima. Seguimos camino hasta el Collado Coronas, donde repusimos fuerzas.

Desde el collado, Félix y José se prepararon para hacer el descenso con esquís, que es más lento. Mientras tanto yo subí a la precima y desde allí a la cima por el Paso de Mahoma, donde presencié unas vistas majestuosas. De vuelta a la precima me puse la tabla de snowboard y bajé por una canaleta de la cara noroeste que estaba virgen.

DESCENSO HACIENDO SNOWBOARD

Realicé tres giros y una diagonal para llegar a por el macuto. Sólo pensaba en hacer un buen descenso entre el divertido relieve de las morrenas. A continuación cogí la ruta hacia Plan dels Aigualluts, donde esperé a Félix y José. Desde allí tomamos el camino del refugio.

Si teneis ocasión de ir por allí, un consejo: observad cómo el agua del río Garona desaparece en una gran sima, se acumula en un lago y se filtra por el terreno hacia el valle de Arán.

TEXTO Y FOTOS: DAVID CASTÁN MONTES. Copyright © 2003 Asociación Española de Deportes Extremos. Todos los derechos reservados