CONTACTA DEPORTES EXTREMOS

DOS ALPES: ESTACIÓN INVERNAL

REPORTAJE ESTACIÓN INVERNAL DE DOS ALPES


VERANO EN LES 2 ALPES

La estación de esquí de Les 2Alpes se localiza a unos cincuenta y cinco kilómetros al suroeste de la ciudad de Grenoble, siguiendo la carretera que lleva a Briancon.

Está ubicada en la región de Les Oissans, muy cercana a la conocida estación de Alpe D' Huez.

Las carreteras que llevan a dichas estaciones se caracterizan por la fuerte pendiente de los puertos de montaña, siendo de las etapas favoritas del Tour de Francia.

Actividades en dos Alpes

Les 2Alpes, debe su nombre a la unión de Alpe de Mont de Lans y de Alpe de Venocs, dos pueblos montañeros que se sitúan uno a cada lado del valle.

La carretera asfaltada sube por Mont de Lans, mientras que desde Venocs se sube andando o en telecabina.

La llegada a Les 2Alpes no deja indiferente a nadie, un extenso valle verde a mil seiscientos metros de altura desde donde destacan La Mulzelle (una montaña muy escarpada de tres mil cuatrocientos metros con un enorme glaciar que baja casi desde la cima) y la Auguille de Venocs (una montaña de tres mil metrros con forma de tetraedro perfecto).

Ambas montañas se encuentran al otro lado del valle de Venocs. En línea recta son menos de dos kilómetros, pero en esa distancia pasamos de mil seiscientos metros del valle de 2Alpes, a novecientos metros del valle de Venocs y subimos hasta las cimas... ¡¡ las dimensiones son impresionantes !!

El valle es una sucesión de edificios de apartamentos y hoteles. La oferta de plazas es muy amplia, pero lo que más destaca en la tremenda diversidad de actividades deportivas que se pueden realizar; están casi todos los deportes que existen, además de algunos que he conocido en dicho lugar.

Snowpark en dos Alpes

Nada más llegar nos encontramos con un estupendo rocodromo en aguja, rutas de BTT, pistas de tenis, golf, piscina, skatepark, parapente, canoas, rafting, bungee... Hay de todo y para todos los gustos y niveles, además del glaciar, donde hasta finales de agosto y durante todas las mañanas desde las ocho hasta las 14.30h se puede practicar esquí y snowboard en unas instalaciones pata negra.

Como resumen de todo lo que se puede hacer en los 2Alpes, detallaré algunas de las rutas y actividades que hemos practicado durante los cuatro veranos que llevo en la zona:

VÍA FERRATA DES PERRONS

Bajada por la Ferrata des Perrons.
Desde Venocs, parte ésta ruta que asciende quinientos metros de desnivel, perfectamente equipada. Permite ascender hasta Dos Alpes por una pared de roca en diferentes tramos.

Para llegar a la base de la Ferrata, hay que bajar a Venocs y luego hacer una aproximación con fuerte pendiente hasta la salida de la Via Ferrata.

Unos días antes, Kuiti, Jacobo y yo habíamos catado la vía, descendiendo desde la llegada unos dos cientos metros. La subimos sin problemas y un rebeco nos recibió en la llegada.

A la semana siguiente Jacobo y yo nos bajamos a Venocs, nos refrescamos en la cascada y luego nos fuímos a por la Ferrata.

El equipo imprescindible es casco, arnés de cintura y un sistema de dos cabos unidos al arnés con los que ir asegurándonos a la línea de vida.

Yo subía con gatos y Jacobo con zapatilla de montaña.

Es una gozada de ascensión. Hay tramos verticales de subida directa, otros de travesía, rellanos entre pared de roca y pared de roca.

Lo curioso es que no produce mucha sensación de altura, ya que al estar rodeado de enorme montañas, esta pared de más de quinientos metros se queda pequeña en el entorno.

Paisaje de la Ferrata des Perrons

Tardamos dos horas y media en subir, sin prisas, pero sin apenas detenernos.

Entre que no teníamos agua, ya que la aproximación por la solana nos obligó a consumir las dos botellas, y que Jacobo tenía la espinilla reventada de un golpe con el raiwon, le dimos un ritmo fuerte.

En todo momento la línea de vida y los agarres de metal dan mucha seguridad. Nosotros no usamos los agarres excepto cuando tenemos que asegurarnos a la línea o en algún paso difícil (que los hay).

Por culpa de su golpe Jacobo no disfrutó mucho, pero yo lo pasé en grande escalando con los gatos.

Venocs en la Ferrata des Perrons

Al llegar, engorilados del día de campo (en total tardamos casi ocho horas en volver a casa) nos dimos una buena cena y a dormir como niños.

SUBIDA AL COL DE LA MUZZELLE

Para hacer esta ruta hay que abandonar por unos días el snowboard y largarse de montañero.

La ruta es fuerte por las pendientes que hay que superar: en una distancia horizontal menor de tres kilómetos se pasa de mil seiscientos metros en Les Dos Alpes a novecientos metros en Venocs, para subir a más de dos mil cuatrocientos en el lago de la Muzelle.

En el Lac de la Muzzelle hay un refugio donde se puede estar a pensión completa durmiendo en literas. Si el tiempo lo permite es mejor hacer vivac en las orillas del lago.

Es muy importante preparar muy bien el material, evitando ir muy pesados, y procurando que no falte nada para pasar unos días en la montaña.

Salimos Jacobo y yo por la mañana desde nuestro apartamento en el centro de los Dos Alpes. Decididos a hacer toda la ruta andando. Bajamos al valle de Venocs por el camino clásico de acceso a Les2Alpes.

Es un camino con mucha pendiente y hay que ir con un poco de cuidado, ya que el peso de los macutos puede jugar una mala pasada.

Una vez en Venocs cogimos la ruta directa al lago de la Muzelle, dejando a la izquierda la conocida cascada de Venocs.

Todo está muy bien indicado, con paneles explicativos donde marcan la ruta, los tiempos y los teléfonos de asistencia en montaña.

El camino en esta zona es muy agradable, ya que se atraviesa un bosques mixto muy bien conservado, donde podemos ver avellanos, abedules, robles, acers, servales... y una gran diversidad de flora.

A media hora de salir de Venocs hay una mesa de picnic junto un pequeño manantial donde se pueden reponer fuerzas en la magnífica sombra que proporciona este bosque mixto.

Vistas en el Col de la Muzzelle

Paramos unos minutos y continuamos subiendo.

La erosión glaciar del valle por el que ascendemos formó, en el retroceso de los glaciares, tres escalones de fuerte pendiente que son los más costosos de superar.

Tras cada escalón, cada uno con su correspondiente cascada, los tramos son de mucha menos pendiente y bastante más largos.

Salimos del bosques mixto para entrar en la zona de pastos, donde solo aparecen abedules, enebros y pasto de montaña. Es una zona donde el sol te hace sufrir bastante más que en la agradable sombra anterior.

Al rato de entrar en este nuevo paisaje comenzamos a ver a las simpáticas marmotas.

Muy abundantes y sociales, casi entramos en comunicación, ya que la mútua curiosidad permite estar largo tiempo disfrutando con estos animales.

Metidos en unos valles tremendos y rodeados por la Auguille de Venocs y la Muzelle, parecemos dos hormigas entre estas enormes montañas.

Al cabo de cinco horas desde que salimos de casa y tras superar el ultimo escalón (y el que más cuesta subir), llegamos al lago.

Nada más contemplarlo sabes que el esfuerzo ha valido la pena.

Nos acercamos al refugio a preguntar el precio (30 €/noche/alojamiento y pensión completa) y viendo la estupenda pradera que rodea al enorme lago al que llegan numerosos arroyos y cascadas decidimos hacer vivac.

Para estas decisiones tenemos un buen y completo reloj con altímetro, barómetro, termómetro... que nos permite saber la estabilidad del tiempo. Como no iba a llover y la zona es increíble, qué mejor descanso que una noche rasa en los Alpes.

Nos cambiamos de ropa para quitarnos el sudor y montamos el vivac.

Una buena cena y unos cuantos vasos de té para entrar en calor y nos metimos en los sacos a disfrutar del paisaje mientras caía la noche.

Durante todo el tiempo las marmotas no paran de silbar y moverse cerca de sus madrigueras.

Al caer la noche todo este agradable ruído se substituye por el de las cascadas y arroyos, junto con la delicia que es un anochecer en la montaña. Estábamos bastante contentos con la ruta.

Con las radios llamamos a casa, donde Kuiti, Chany y Lala seguían nuestra ruta.

A pesar de estar a mediados de julio, la temperatura bajó hasta los 2ºC, ¡¡¡ menos mal que tenemos buen equipo !!!.

El despertar fue de lo más gracioso. Numerosas ovejas, caballos y burros se ponen en marcha con los primeros rayos de sol.

Pasaron por nuestro lado y nos despertamos rodeados de animales oliéndo nuestros sacos.

Un buen desayuno y nos pusimos en marcha hacia el Col de la Muzelle. Tras tres veranos en los 2Alpes, tenía muchas ganas de ver lo que hay al otro lado de la montaña que vemos todos los días.

La ruta no es complicada, aunque hay que atravesar varios neveros y subir una fuerte pendiente para llegar hasta el collado.

¡¡ Menudas vistas !! Enormes valles verdes entre tremendas montañas, donde se aprecian los caminos y los siguientes collados que forman las rutas que recorren este espacio natural.

Todo con unas fuertes pendientes que en invierno y con nieve te aseguran unas bajadas muy buenas.

Comimos algo en el collado y empezamos a subir la arista que lleva hasta la cima de la Muzelle. No progresamos mucho, ya que la cosa se podía poner muy peligrosa y sin material de escalada es jugar a perder.

Ascendimos un poco más de cien metros y bajamos hacia los neveros.

Cuando llegamos a los neveros nos sorprendió ver a las ovejas caminar tranquilamente por la nieve, de regreso al lago tras pastar por las praderas de altura.

De vuelta al lago recorrimos varios caminos viendo cascadas y arroyos de montaña que bajaban desde el glaciar hasta el lago, entre el precioso relieve originado por los glaciares.

Encontramos otras rutas para siguientes excursiones, como la que sube a la Auguillee de Venocs, y otras que llevan a otros lagos.

Llegamos encantados a la zona de vivac. Hablamos con Lala, Chany y Kuiti, dando el parte del día, y nos preparamos la cena.

Un rato de charla con las marmotas y al anochecer nos metimos en los sacos.

Al día siguiente recorrimos la zona cercana y nos pusimos tranquilamente de vuelta a 2Alpes.

Vistas en el Col de la Muzzelle

Por el camino paramos varias veces viendo más rutas y haciendo fotos de las cascadas y paisajes que nos rodeaban.

Entramos en el bosque mixto con muchas ganas, ya que la sombra se agradece bastante, sobre todo al acordarnos de la estupenda zona de descanso que conocimos al subir.

Llegamos a dicha zona, y nos paramos a beber y comer. Cuando teníamos todo preparado un fuerte grito nos llamó la atención.

Salimos corriendo al camino y nos encontramos con una montañera de unos cincuenta años, que era una fuente de lagrimas mientras señalaba su tobillo gritando: it is broken! (está roto)

Vistas en el Col de la Muzzelle

¡¡ Menudo marrón !!... La señora sola en el monte, con el tobillo roto... y todavía un pateo de casi una hora para llegar al pueblo.

Ella no quería parar de andar, decía que llevaba siete días de ruta, desde Briancon, y que despacito bajaba hasta el pueblo.

Nos bajamos su macuto y salimos deprisa hacia el pueblo de Venocs. El sobrepeso del enorme macuto de la señora, ocasionó que Jacobo se fastidiara la rodilla. Luego me tocó a mí cargar con dos macutos y llegamos al pueblo, los dos, reventados.

Llamamos a rescate de montaña y subimos a ver qué tal iba la montañera. A pesar de que el camino estaba concurrido y que la señora era francesa, la atención por parte de los demás montañeros fue nula. ¡¡¡ No la dieron ni agua !!! Menos mal que la subimos agua, porque iba agotada.

Con los equipos de rescate otro desastre. Salieron rápido a buscarla, pero como entre el bosque no la vieron. Cuando por fin la encontraron, ella estaba en el principio del camino. Entonces decían que no se la llevaban porque no estaba en la montaña.

Total, al final llamamos a los bomberos y vinieron a buscarla al pueblo.

Estuvimos con ella mucho tiempo. Nos agradeció mucho la ayuda, ya que en todo momento nos encargamos de gestionar su rescate. Una amable francesa que vive en Venocs nos ayudó con las gestiones. El resto sólo miraban, como mucho preguntaban, y continuaban con sus cosas.

Gracias españoles, me encanta España... fueron sus palabras de despedida.

Para subir a 2Alpes tuvimos que usar la cabina, ya que con los sobrepesos del macuto de la montañera nos quedamos bastante rotos.

Llegamos a casa gozando de la pateada que nos metimos y pensando en volver en cuanto podamos.

Vale la pena sudar para ver esos paisajes.

SUBIDA A LES PERRONS

Les Perrons es la montaña que queda al otro lado de la subida al glaciar. Desde el valle de Les 2Alpes no parece muy fuerte pero por la otra cara tiene un fuerte desnivel hasta el valle de Bourg.

La cima son casi dos mil ochocientos metros y la subida, con una buena pendiente, es un poco agotadora.

Tiene un primer tramo que llega hasta debajo del paredón de roca que corona la montaña.

Este primer tramo son praderas en las que es fácil ver marmotas y zorros. Por la parte que da a Venocs, un descuido y ruedas hasta el pueblo.

Varias veces hemos subido este primer tramo, hasta que Kuiti, Jacobo y yo decidimos ir hasta arriba.

Paramos a comer donde empieza el camino que sube la pared de roca y nos enfilamos por la senda.

Una advertencia muy clara de camino de montaña peligroso con peligro de muerte evita que alguno se equivoque y se meta algún susto que pueda ir a más.

El camino se empina y se convierte en una escalera en la roca, que asciende por una torrentera. Son pasos de 3º y 4º grado de clásica con una buena caída si te sale mal.

Vistas desde Les Perrons

Superada la torrentera, se llega a la cuerda que asciende a la cima.

En la parte que da hacia Venocs hay una cruz que se ve desde el pueblo. Al acercarnos descubrimos que se trata de un homenaje a dos jóvenes que en la II Guerra Mundial lucharon contra los nazis, con base en dicha montaña.

Cruz en Les Perrons

Al fijarnos en lo estratégico del monte, que domina la ruta hacia Italia, hacia Grenoble y todos los valles inferiores nos dimos cuenta de las que debieron montar desde allí aquellos dos guerrilleros.

Desde la cruz nos fuimos a la cima por una estrecha cuerda desde donde las vistas del glaciar de los 2Alpes, negro, sucio y totalmente deteriorado, choca con las vistas de los otros glaciares en los que el hombre no rompe con sus maquinas y conservan sus tonos blancos y azules, embelleciendo las cimas de las montañas.

Nos quedamos un buen rato disfrutando de las vistas. El lugar es realmente bueno para conocer el entorno de Los Dos Alpes y la pendiente de la cara que da a Bourg es impresionante.

En la cima de Les Perrons

Emprendimos con cuidado el descenso y nos fuimos para casa saludándonos con las numerosas marmotas de la zona.

Atardecer en Les Perrons


TEXTO Y FOTOS: DAVID CASTÁN MONTES. Copyright © 2004 Asociación Española de Deportes Extremos. Todos los derechos reservados.